Restauración Puch Carabela Super
¡Hola a todos!
Me complace presentaros la restauración de este ciclomotor Puch Carabela Super tan conocido por muchos. Comenzaré por hablaros un poco sobre él:
Ha sido uno de los últimos que ha llegado hasta nosotros, por parte de un conocido de toda la vida, su único dueño. Utilizó esta moto para trabajar, y vaya si ha dado la talla después de todo los esfuerzos que ha pasado, siendo cargada hasta los topes de peso y de tres años, si no más, parada bajo un pequeño techado. Arrancó a las primeras de cambio. Me impresionó el sonido, al darle las primeras "patadas", para ser una 49cc, y cuando arrancó imagina como rugía, aún estaba a punto de carburación. Increible.
Pues bien, esta moto pasó a ser la segunda de mis restauraciones, para poder volver a enseñársela a su dueño y así viera el cambio que ha dado. (Aún no la ha visto puesto que hay que ultimar algunos pequeños detalles).
Para la restauración nos basamos en dejarla tal y como está, sin modificar nada, dejando que los años y "marcas de guerra" se notasen. Para ello decidí dejar las pegatinas originales, por ejemplo, no quitar algún bollo que tiene y bueno, lo que se dice un "lavado de cara", pero en condiciones. Esta idea vino a raíz de mi padre (el jefe) que le encanta que los objetos digan la edad que tienen por si mismos.
En fin, sin mas rollo que contaros, empieza lo bueno, LA RESTAURACIÓN.
Comenzamos a desmontar toda la moto completamente. Ya sabeis, etiquetar todas las piezas, cables y tornillos para luego no perdernos a la hora del montaje.
Desde luego esta bastante... en fin, ya ven como está.
Guardamos todas las piezas juntas, que no se pierdan.
Apostaría a que esta moto no se ha limpiado desde que se compró. Esto va a llevar muchas horas y muchísima paciencia.
Una vez desmontada completamente, comenzamos con el motor. Puesto que está perfectamente de motor, nos limipamos a limpiarlo, así que manos a la obra!!
Tras unas cuantas de horas, más de las que uno pueda creer, este es el resultado!!! desde luego parece otro.
A continuación de la limpieza, para darle un poquito de brillo, le damos con un pulimento. Tras un rato frotando duro, aquí tenemos los resultados.
Pues bien, nos toca ahora los guardabarros. Están cromados, por tanto no se pintará.
En cuanto quitamos toda la tierra y polvo se queda las partes oxidadas, las quitamos frotando con un estropajo de aluminio y agua jabonosa, sin excedernos y con cuidado para no quitar la capa protectora, ya que si no se oxidará y además se notará esa zona.
Después damos con el producto que utilizamos para el motor para sacar brillo. y a continuación vemos el cambio :D. Hacemos esto mismo con la palanca de cambios, y limpiamos el cubrecadena.
El cambio es espectacular, me sorprendió que quedase tan tan bien.
Al igual que con el guardabarros, procedemos con el manillar.
Pues bien, aquí tenemos ahora el depósito. Como se puede ver bastante tocado por el paso de los años. Como comentamos al principio, tapamos las pegatinas originalespara no tocarlas y mantenerlas.
Una vez enmascarado, comenzamos a ligar con grano fino, uno fino y otro muy fino, lijas de 400 a 800.
Limpiamos la superficie con disolvente y lo colgamos para pintarlo. Utilizamos en este caso pintura mate.
A los diez minutos de ser pintado más o menos, retiramos el enmascarado de las pegatinas, con sumo cuidado para no dejar marcas.
Realizamos esta misma operación con la caja de herramientas, donde también esta situado el filtro del aire.
Apuí tenemos una foto de cerca, donde se puede apreciar la zona que hemos enmascarado para mantener y la pintura nueva. La verdad que tiene su encanto una vez situado el depósito en la moto.
A continuación hacemos exactamente lo mismo con el cuatro. En este caso utilizamos lijas un poco mas gruesas para quitar el óxido, continuando con lijas cada vez mas finas.
Enmascaramos lo que no queremos pintar, y damos con disolvente para limpiar bien la superficie.
Pintamos y dejamos secar, damos un par de manos de pintura y a los diez minutitos quitamos el enmascarado con mucho cuidado.
Ahora vamos con las ruedas. El mayor trabajo lo tiene la delantera, que estaba bastante estropeada, como vereis a continuación. Basicamente seguimos los pasos que seguimos con los guardabarros y con las ruedas de la Montesa Impalita. Agua, jabón, frotar y abrillantar.
Desde luego las horas de trabajo han merecido la pena. Aquí aún no tienen la capa de pulido y fijaros como brillan!!
Con los amortiguadores, que no son los suyos, debiendo ser de una puch minicross, los limpiamos, lijamos, volvemos a limpiar con disolvente, empapelamos y le damos una capa de gris plata.
Después de todo este trabajo y tener todas las piezas limpias y pintadas, procedemos al montaje de la moto.
Para montar, mecionar que lo mejor es ir paso a paso con cuidado de no dañar nada, procediendo de forma inversa al desmontaje, ajustando y apretando los tornillos, teniendo en cuenta la posición original de cada pieza.
