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Restauración Montesa Impalita

Tengo el placer de presetar la primera publicación de esta humilde y apasionada página con la restauración de toda una conocidísima motocicleta, la Montesa Ciclo 50, más conocida como "Impalita". Os hablaré un poco sobre ella:

Con ella tuve mi primer contacto con las motocicletas, mi primer pequeño proyecto, lleno de ganas e ilusión, llegando al punto de soñar con ella. Fue todo un mar de dudas, cómo hacer esto, aquello, la forma más rápida y adecuada, qué herramienta y medios utilizar, la falta de productos... Sabía lo que quería, qué debía hacer, pero no cómo hacerlo. Fui probando con distintas cosas hasta saber cómo trabajar y qué utilizar... ha sido, por así decirlo, mi conejillo de indias. En un principio se compró para piezas de la "Impalita" de mi padre, hasta que se me metió en la cabeza prepararla. ¿Por qué fue esta y no otra? Esta pregunta fue fácil responderla. Conozco esta moto desde que tengo uso de razón, siempre la ha llevado mi padre, y anteriormente mi abuelo, evidentemente el cariño hacia este modelo es muy grande. Por otra parte, tenía un potencial impresionante (mirando a su acabado final), tenía la seguridad de que quedaría preciosa sí o sí. Espero que disfuten tanto como yo disfruto trabajando con estos clásicos.



En esta imagen se puede apreciar el estado general de la moto antes de comenzar a trabajar sobre ella. No es exactamente el estado en la que la recogimos, pues tiene un lavado de cara y tapizado el asiento. Procedemos a su desmontaje.


Antes de comenzar a desmontar, nos fijamos bien en cómo está todo posicionado y sujeto, para que a la hora de montar, no tengamos problemas. Según vamos quitando tornillos, los guardamos y etiquetamos, al igual que con el cableado. Ya se va viendo todo el trabajo que nos queda por delante.


Bueno, una vez completamente despiezada y etiquetada, comienzo por el corazón: el motor. Como vereis, tiene suciedad para dar y regalar, lo que me llevará horas de trabajo de limpieza... pero merece la pena.

Abrimos la tapa del volante magnético y como era de esperar: llenito de grasa y suciedad.


Nos ayudamos de destornilladores de precisión para poder llegar a todos los rincones, con cuidado de no rayarlo.


¡Ojo! Mucho cuidado de que no entre líquido dentro del volante magnético, en bobinas, etc.

A continuación abro la culata del cilindro, pues hacía un ruido metálico cuando estaba arrancada.


Tan solo con sacar la culata, a simple vista ya vemos que el cilindro está bastante desgastado y rayado, además tiene bastante suciedad: carbonilla.

Procedo a sacar el cilindro, a ver qué encontramos.


Pues malas noticias, un segmento se ha roto y ha "volado".


Si os fijais se puede apreciar cómo la bola de sujeción del segemento se ha quedado incrustada y no ha terminado de salir por muy poco, llegando incluso a doblar la cabeza del pistón. La verdad, no estoy muy seguro de por qué ha sucedido esto exactamente, pero puede ser por desgaste, por falta de lubricación y, bueno, porque es del año '65.


También se puede ver cómo toda la falda del pistón está rayada (toda la parte que está por debajo de los segmentos), eso se debe a la suciedad que haya podido entrar, bien por aceite quemado, por suciedad en el aire (filtro sucio) y por rozamiento.

Nos fijamos ahora en el cilindo y como era de esperar, muy malas noticias: al romperse el segmento, el pistón ha dañado la camisa, dejando una muesca considerable. Se puede ver toda la trayectoria del segmento al salir.

Esto hay que repararlo sí o sí, si no, no podría funcionar correctamente ya que los gases de la cámara de combustión y el aceite del cárter se mezclarían, eso sin mencionar la pérdida de compresión que supone.

Cabe mencionar que esta maravilla arrancó con este problema, cosa que dudo que puedan hacer los vehículos actuales en esta misma situación.


Después de dar mil vueltas por distintos talleres con la negativa a poder rectificarlo, finalmente me aconsejaron un especialista. El problema real que había era el tamaño del pistón, que como podeis ver en esta imagen, es realmente pequeño. El rectificado supuso pasar de un diámetro de pistón de 38mm a uno de 40mm.

Como curiosidad de esta imagen: se puede ver el rayado en diagonal que se le realiza a los cilindros para su lubricación, quedándose de esta forma el aceite en el rayado e impidiendo así que se seque, al mantener siempre una película de aceite.

Finalizado el tubo de escape. En las fotos anteriores del motor se puede ver su estado inicial. Este no es el tubo original de Montesa, el cual no encuentro por ningún lado. Este tubo lo utilizan varios modelos de ciclomotores de distintas marcas. Para llegar a este acabado se ha limpiado con jabón y se ha dado con un cepillo de alambre. A continuación se ha limpiado con disolvente y se ha frotado bien para sacarle brillo. Se pueden ver las marcas de guerra, la verdad es que está bastante golpeado y aún queda tapar alguna pequeña fuga que tiene.



Para las ruedas procedemos prácticamente del mismo modo que con el tubo de escape, tan solo con el lavado con jabón se nota una clara diferencia, como se puede ver en esta foto.



Una vez terminados los elementos mecánicos y móviles de nuestra Montesa, comenzamos con la parte estética.


Pues bien, empezamos entonces con el chasis, guardabarros y faro:

Como no puede ser de otra forma, primero limpiamos de grasa y suciedad la totalidad del cuadro.


Esta zona, la que sujeta el motor, es la que tiene generalemente más suciedad por la grasa del motor y la incrustación de polvo, tierra, etc. que se va adheriendo con el tiempo, llegando a formarse una capa muy dura.


Para limpiarlo lo mejor puede ser disolvente, puesto que es lo más fuerte, si no, se comería toda la pintura también. En nuestro caso vamos a decapar toda la pintura, por lo que no nos importa esto último. Aún así utilizo jabón con agua caliente, lo cual es muy efectivo y no desprende vapores, trabajando así sin máscara de gases y con más comodidad.


A continuación decapamos la pintura siguiendo los pasos del fabricante y utilizando ahora si, la máscara.

Después del decapado y eliminación del decapante, vamos a lijar con lija al agua. Utilizamos lijas de hasta 800, dando capas con lijas cada vez mas finas.

Una vez lijado, se enmascara las partes que no queremos pintar y le aplicamos dos capas de imprimación. En este caso damos imprimación ya que hemos dejado el acero al aire, en el caso de tan solo lijar la pintura que tenía no es necesario imprimación ya que la pintura antigüa sirve de imprimación.

Ahora, después de mucho trabajo, vamos a darle un poco de maquillaje, la esperada pintura!! ;D


Ahora toca a la guinda del pastel, el depósito. Lo dejo para lo ultimo porque creo que es la pieza central de la estética de esta motocicleta, a parte de que ha tenido un trabajo extra que a continuación detallaré.


Comenzaré con la parte no visual, el interior.

Resulta que estaba algo oxidado, con lo cual para limpiarlo utilicé un método bastate común, introducí en el interior cadenas, entre más haya mejor pues más oxido quitará, y echar disolvente, (también vale agua con jabón, pero luego hay q aclarar bien). Una vez listo esto toca dar "maraca" al asunto, vamos, lo que es empezar a agitar bien asegurandonos que roce la cadena por todas las partes.


En mi caso, eche un poco de todo, alternando. Me quedo fenomenal, pero cometí un error grande, comencé la restauración por limpiar el depósito y al termino de la limpieza lo dejé al sol de agosto todo un día entero y bien enjuagado, claro, pasó el tiempo mientras preparaba el resto, y cuando ya sólo tenía que colocar el depósito en la moto para terminar, resulta que se me había oxidado de nuevo... e incluso estaba peor. Por tanto doble trabajo. Para que no ocurra esto aconsejo que al término de la limpieza y secado del depósito, se llene con gasolina.


A parte de la limpieza, había un regalito:

Pues bien, para quitarlo recurrimos a introducir, por la entrada de la gasolina, una barra de acero con un ángulo para que llegase hasta la zona a golpear. Con mucho cuidado, puesto que es una chapa muy fina, fuimos golpeando hasta ir sacando poco a poco el bollo.


Una vez casi fuera, comenzamos a decapar la pintura y a lijarlo.


Una vez bien decapado y lijado, echamos masilla para tapar el bollo y lijamos de nuevo hasta que el tacto nos indique que está perfecto.

Ya tan solo una mano de disolvente para quitar suciedades y damos paso a la imprimación y pintura!!

Con esto acabamos la parte estética de la moto, a continuación comenzaremos el montaje!!!

Para el montaje procedemos de forma inversa a como hemos ido desmontando, teniendo en cuenta las posiciones de las piezas, todos los elementos de sujeción, tornillos, cables, aprietes, gomas... en fin, todo.

Le ponemos el "corazón" jaja

En cuanto que se pueda es recomendable ir montando el cableado, puesto que si se deja para lo último habría que volver a desmontar ciertos elementos.

Como pueden ver está prácticamente terminada. Tan solo falta el cableado de freno delantero y embrague, tubo de escape y... si, hay algo que descoloca mucho, las suspensiones rojas!!! jajaja hay que solucionar eso...

Solucionado lo de las suspensiones, muuuucho mejor jajaja. Completamente terminada y puesta a punto.

Quería comentar que, en este Post está explicado más o menos detallado, hay muchas piezas no mecionadas que han sido tocadas para su restauración, como por ejemplo el timbre, la caja de herramientas, el carburador, las suspensiones, el manillar, la maneta del embrague, el cambio de los cables... y algunas que me dejo por decir.

Si teneis cualquier pregunta, duda, curiosidad o lo que fuera, por favor consultarmelo sin ningún compromiso.



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